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EL DESAPEGO Y EL SERVICIO-YACO


Juan Pablo: 
Quería preguntar por esos dos temas específicamente.
En todo lo que es la formación en cuanto al sendero mismo, se mencionan repetidamente tanto el desapego como el servicio y como casi siempre sucede, con todo lo que está en relación con el sendero, son términos que tienen varios niveles de profundidad y considero, que uno siempre puede ir aprendiendo algo más profundo acerca de todo lo que es el sendero en sí. Esa es la razón por la que se me ocurrió preguntar tanto por el desapego como por el servicio. ¿Cómo va evolucionando uno, el ser, a través de esas propuestas y también cómo van evolucionando esas mismas propuestas?


Yaco:        
         Mirá, primero, el apego. Muchas veces hemos hablado de la extractación del apego. No es la intención de desapegarse de algo sino extractarlo.
¿Cómo está formado aquello a lo cual uno está apegado? Por circunstancias físicas y emocionales, generalmente es eso. La naturaleza del apego está allí en lo que vivió, que recuerda de alguna manera, pero habla de una circunstancia física y luego la emoción en sí. Ahí está toda la naturaleza del apego.
Ahora, ¿Qué pasa si eso empieza a llegar al campo de la mente? Se achica. Entonces quiere decir que, ya hay menos apego, voluminosamente hay menos apego.
¿Qué pasa si llega a la región del alma? Voluminosamente también hay menos apego. Está con relación a lo mismo pero, en menor volumen y tiene otra connotación.
Una cosa es lo que uno vive apegado físicamente y emocionalmente y otra cosa sería lo que puede vivir en el plano del alma, lo que puede existir como un extracto, como una idea.
Como una idea no ocupa tanto lugar, ni reclama tanto y es mucho más suficiente. Pero, en el plano de la emoción o en el plano físico tiene un pronunciado reclamar, eso es abultado, es pesado y es recurrente. Uno así empieza a ver la enorme diferencia que hay entre los apegos. El apego del alma es de otra naturaleza, sigue siendo apego pero está mucho más extractado; entonces, ocupa menos tiempo, menos lugar y no compromete tanto a la vida del alma.
Igualmente el alma, cuando vive una circunstancia física o emocional siente el peso del apego que viven estos cuerpos y automáticamente tiene que replegar su actividad para poder satisfacer el reclamo de la emoción y de la parte física. Entonces, eso tiene que ir ascendiendo, no extinguiéndose.
Uno dice “desapegarse” creyendo que eso no debe existir. Si no existe no sirve y eso tiene que servir. Sirve cuando adquiere otros niveles. Sirve en el plano de la mente, en el plano del alma o en el primer cielo de la emoción. Es ahí donde uno empieza a medir la evolución que tienen los apegos, la natural evolución que tienen los apegos.
Uno quiere desapegarse de algo que supuestamente es opuesto a su evolución ¿Cómo vive eso emocionalmente? ¿En qué región de la emoción está? ¿Qué pasa si eso estuviera en el primer cielo, sería exactamente igual? No, para nada.
En el primer cielo comunicaría felicidad, la causa de la felicidad, el poder de la felicidad misma. Entonces ahí no habría tanto el intento de desapegarse, al contrario, uno empieza a servirse de todo eso.
Luego, está el segundo tema que has citado: el servicio.
Yo creo que básicamente hay dos tipos de servicio. El servicio más elemental, más primario, en el que a través del servicio, uno está pagando deudas del pasado, está balanceando su propio pasado. Generalmente es el servicio más común, esa gente con tonalidad religiosa que van aquí, van allá y predican aquí y predican allá. Todo lo que quieren hacer en son de convertir es convertirse a ellos mismos. El afán que tienen para uno, golpear la puerta, esto, lo otro, es algo que está repercutiendo sobre ellos mismos. Está bien como disciplina individual, como disciplina hacia otro ser humano es relativo eso. Pero lo importante es que pueda descubrir que está obrando sobre él mismo. Esa sería la forma de servir más elemental o primaria.
Luego hay una segunda, hay muchas formas de servicio porque depende a quién sirve y a qué sirve. Pero, sería bueno rescatar del segundo servicio la fijación de la vitalidad.
Los seres humanos que fijan la vitalidad a través del servicio se ven generalmente muy energetizados, muy nutridos. A través de lo que hacen hay como una prédica. A través del servicio hay como una prédica; la prédica es concienzal es masculina, sin embargo están fijando la contraparte de eso, lo femenino, lo energético. Quiere decir, que si ellos no sirvieran, no fijan tampoco la vitalidad sobre ellos mismos y yo creo que uno, cuando ha logrado hacer eso es porque ha aprendido debidamente. Mientras que no fija la vitalidad de la enseñanza, no sabe cuánto de cierto tiene eso y para fijar la vitalidad de la enseñanza tiene que predicarla, tiene que exteriorizar la parte conceptual o masculina  y fijar la vitalidad o parte femenina en él mismo.  Quiere decir que, por un lado predica, por otro lado se nutre, se vitaliza.
Yo creo que ahí deberíamos detenernos. Hay otras formas de servicio pero, ya implican otras realidades. Sería bueno poder continuar el tema del servicio en niveles superiores, pero eso mejor en otro momento. 
Podríamos hablar de esto si fuera posible.

Juan Pablo:       
         Recuerdo que hace algunos años cuando nos tocó ir juntos a hospitales y es el día de hoy que yo recuerdo esas visitas y uno podría asegurar que recibía cien veces más de lo que daba y que esos cien, quedan latentes como esperando por uno y también, es el día de hoy que sigo comprobando esa vigencia.

Yaco:
         Yo creo que uno da testimonio de haber aprendido cuando sirve pero, el servicio tiene que surgir de uno mismo. 
Es uno mismo el que tiene que elegir la forma de servir, no que alguien se lo diga. Tiene que salir de él. Tiene que surgir de su propia particularidad. No que alguien le diga podés hacer tal cosa, no, no, no. Tiene que surgir de él. Tiene que él proponerlo.
Siempre hemos comentado esos episodios en Shangri-Lá ¿Por qué logran residir en Shangri-Lá? Por que encuentran qué hacer, encuentran como servir. Uno de ellos era profesor de paleontología, creo, y enseña eso. Termina enseñando eso. Eso es importante.
Que cada uno vea a través de qué puede servir, porque si no quedan muy estacionados y los individuos que no hacen servicio no se renuevan y quienes no se renuevan entran en deterioro de lo que han acumulado. Entonces, servicio es una propuesta de renovación. Que sea visto al menos, por ese lado sería importante pero, tienen que servir.
Mirá, puedo hacer esto, puedo lo otro, es buenísimo eso.
Son los individuos que sirven los que son incluidos en otros niveles, no los que tienen buenas ideas solamente, son los que sirven.
El signo de utilidad es el signo de enrolamiento, pero tiene que ser útil, primero a él, luego a los demás. Así que, que cada uno encuentre su servicio más particular y más afín. Eso sería buenísimo.
En otros niveles, ¿Cómo servir las grandes causas de un ashrama? ¿Cómo servir las grandes causas de un Maestro? ¿Cómo servir eso? Ahí ya es un grado superlativo del servicio. Eso ya es otra cosa y vaya equipo que uno tiene que tener internamente para poder expresar la realidad de un ashrama o la realidad o voluntad, la sugerencia de un Maestro.  Eso ya es otra cosa. Te agradezco mucho, seguimos.


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