El
Ermitaño
Después
de un largo deambular por un arenoso desierto, desprovisto de agua, donde sólo
vivían serpientes, me encontré con el Ermitaño.
Iba
envuelto en una larga capa, con una capucha sobre la cabeza. Sostenía en una
mano un largo cayado y en la otra un farol encendido, aunque era de día y el sol
estaba brillando.
-El
farol de Hermes Trimegisto- dijo una voz-es el conocimiento superior, ese
conocimiento interior que vierte una nueva luz incluso sobre aquello que nos
parece perfectamente conocido. Este farol alumbra al Ermitaño el pasado, el
presente y el futuro, y le abre las almas de las personas y rincones más
recónditos de sus corazones.
-La
capa de Apolonio es la facultad de aislarse que tiene el sabio, incluso en
medio de la ruidosa multitud; es su habilidad de ocultar sus misterios incluso
a la hora de manifestarlos, su capacidad de silencio y su poder de actuar en
inmovilidad.
-El
cayado de los patriarcas es su autoridad interna, su poder y confianza en sí
mismo.
“El
farol, la capa y el cayado” son los tres símbolos de iniciación. Son necesarios
para guiar almas más allá de la tentación de los fuegos ilusorios al borde del
camino, de modo que puedan avanzar directamente hacia el objetivo superior.
Aquel
que reciba estos tres símbolos o aspire a obtenerlos, lucha por enriquecerse
con todo cuanto pueda adquirir, no para sí mismo, sino, al igual que Dios, para
el deleite y la alegría de dar.
de: “EL
TAROT DE OUSPENSKY”
Oi Cristina!
ResponderEliminarAdorei teu blog, muito mistico, e com orientações de yoga que adoro.
Vou te seguir, para voltar
http://zilanicelia.blogspot.com/
Abrçs
Gracias por tus cálidas palabras Zilani , un gusto que visites el blog
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