Una persona sumida en sus emociones negativas siempre advierte
muy rápidamente lo que uno ha descuidado pero no tiene cognición de lo que uno
ha hecho. A este respecto las emociones negativas le procuran cierta cognición,
a menudo muy concisa y sutil y no obstante siempre equivocada. Lo curioso es que las emociones negativas
siempre se las arreglan para encontrar pruebas, y si se ponen todas esas
pruebas juntas, luego será subyugado por la vida. En realidad hilvana un modelo
de vida en el que elimina todo lo que va en contra de esas pruebas y, como lo
sabe muy bien, ignora el buen lado y se aferra simplemente a las cogniciones
del lado desagradable que posee su propia verdad. De resultas de ello se pone
sólo bajo la verdad de las emociones negativas y, como dije, tales verdades son
falsas, porque no abarcan todos los lados. A veces se tiene una vislumbre del
lado negativo de nuestro ser y de lo que nos ocasiona todos los días. No es
algo bueno sino una pequeña lombriz asquerosa, un niño malcriado y cansador,
una cosa muy desagradable de percibir. La gente alaba los estados negativos.
Siente que es justo preocuparse y estar identificado. Sin embargo, esto no es
cierto. Es preciso esforzarse para salir de ese pozo. Es posible. Pero no lo es
si el Trabajo no tiene un verdadero y esencial asidero en uno, porque de otro
modo se siente uno justificado en las negativas y dolorosas emociones de vida.
Y no sólo esto —sino que las emociones negativas nos sustentan con su propio lado
cognoscitivo, de modo que siempre se es capaz de probar que se tiene razón.
Dr.Maurice Nicoll
Este comentario ha sido eliminado por un administrador del blog.
ResponderEliminarTu blog me pareció muy interesante. Con tu permiso por aquí me quedo.
ResponderEliminarUn saludo.
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminargracias por tu visita Jorge, un abrazo
ResponderEliminar